Nota de Prensa
● El ministerio de Salud de la República de Argentina ha aprobado un decreto de prohibición de productos de reconocido menor riesgo al tabaco.
● La Red Latinoamericana por la Reducción de Daños Asociados al Tabaquismo (RELDAT) advierte de la falta de criterio científico del decreto y alerta sobre el riesgo de prohibir alternativas de menor riesgo en Argentina.
Marzo 28, 2023 – El gobierno argentino ha aprobado esta semana por decreto técnico una prohibición a la importación, distribución, comercialización y publicidad en todo el territorio argentino de los productos de tabaco calentado, un producto que junto con los conocidos como vapeadores han sido reconocidos por varias instituciones públicas y privadas como productos con un perfil de riesgo inferior al cigarrillo tradicional.
En el decreto publicado el 27 de marzo, sin escrutinio científico ni público por parte de la cámara de representantes, el gobierno advierte de “45.000 muertes, 19.000 diagnósticos de cáncer, 33.000 neumonías, 11.000 accidentes cerebrovasculares y 61.000 hospitalizados por enfermedad cardiovascular, y más de 100.000 personas que cada año enferman de EPOC” por el consumo de tabaco en la República Argentina. Pese a ello, el gobierno ha determinado que la solución al problema es la prohibición de productos mucho menos dañinos como son los productos de calentamiento de tabaco y los vapeadores.
Desde la Red Latinoamericana por la Reducción de Daños asociados al tabaquismo (RELDAT), médicos y científicos han alertado la falta de rigor científico empleado por el Ministerio de Salud Argentino.
Mientras que el Ministerio resalta el perfil de riesgo de la nicotina entregada por los productos alternativos como uno de los fundamentos para prohibir los productos alternativos, desconoce que dicha sustancia es el principio activo aprobado por ellos mismo para ser utilizado en terapias de reemplazo que buscan la cesación tabáquica, avalando que el consumo de nicotina libre de combustión representa un riesgo mínimo para la salud que es sobrepasado por el beneficio que implica para la salud. Es decir, el mismo Ministerio de Salud está contradiciendo sus propias decisiones.
Asimismo, el Ministerio basa su decisión en el hecho de que estos productos no son libres de riesgo ya que exponen a sustancias tóxicas, desconociendo que la evidencia científica a demostrado que tanto la generación como la exposición con los mismos es significativamente menor comparada con el humo de un cigarrillo, lo que avala que estos productos representan mejores alternativas para quienes no van a dejar de fumar.
Esta resolución cierra la última puerta que los fumadores en Argentina tenían para acceder a la tercera vía en materia de Control de Tabaco: la Reducción de Riesgos y Daños. Mientras que autoridades de países de alta vigilancia sanitaria tales como el Reino Unido, Canada, Nueva Zelanda entre otras fomentan la implementación de estas políticas en Salud Pública, en Argentina se opta por un enfoque prohibicionista que no deja otra alternativa al fumador más que continuar fumando si no va a optar por la cesación.
El Dr. Diego Verrastro, vocero de la RELDAT, asegura que el decreto contiene grandes falsedades que pueden conducir a engaño entre la población y reclama una rectificación inmediata por parte del ministerio de salud argentino ya que “afirmar que la FDA ha manifestado preocupación por estos dispositivos es al menos engañoso, ya que la propia FDA ha autorizado la comercialización de estos productos e incluso les ha otorgado la posibilidad de ser comercializados como productos de exposición reducida ya que generan menos sustancias tóxicas y cancerígenas que los cigarrillos[1]”.
Pero desde la RELDAT van más allá, y advierte de los preocupantes datos que aporta la resolución al contener afirmaciones de prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado cuando ambos productos están o bien prohibidos en Argentina o bien no se comercializan. “Lo que está indicando el Ministerio de Salud es que hay un consumo de productos como cigarrillos electrónicos pese a estar prohibida su comercialización. Esto indica que estos productos se adquieren informalmente y por tanto no cuentan con garantías sanitarias o toxicológicas” afirma el Dr. Verrastro. “Es decir, que Argentina, mediante la prohibición ha creado uno de los mayores mercados secundarios sin control, el riesgo que esto implica para la salud es inmenso porque no hay autoridad que esté vigilando la composición de estos productos”. Otra preocupación de médicos y científicos frente a esta resolución es el riesgo que sto implica para poblaciones vulnerables tales como los menores de edad. Y afirman que, en mercados regulados de manera apropiada, los principales consumidores serían los actuales fumadores como demuestran los datos de prevalencia de consumo de Nueva Zelanda, Suiza o Japón, donde las tasas de consumo de menores no alcanzan el 2%.
[1] FDA Authorizes Marketing of IQOS Tobacco Heating System with ‘Reduced Exposure’ Information | FDA